Diferencias y semejanzas entre demencia y Alzheimer. Megan Álvarez O'Hanlon. El Mundo. Jueves, 03 de Septiembre de 2020.
La demencia senil es una enfermedad que provoca el deterioro de la memoria y otras capacidades del razonamiento relacionadas con el lenguaje, la percepción o el juicio.
Estos síntomas, producidos por una falta de comunicación en las células nerviosas, interfieren en la vida cotidiana del paciente y, en las fases más avanzadas, lo convierten en dependiente.
Debemos desterrar términos trasnochados del pasado que sólo generan confusión. La demencia no implica que sea senil, del mismo modo que tampoco implica que sea Alzheimer”, confirma Sagrario Manzano, doctora y coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
La enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente, pero puede aparecer a edades más tempranas y sus síntomas se van agravando a medida que progresa la patología, implicando, en algunos casos, la muerte del paciente, factor que la demencia no tiene porqué conllevar.
Según la doctora Manzano, ambas patologías presentan características que la diferencian.
Diferencias y similitudes entre demencia y Alzheimer
Tanto la demencia como el Alzheimer se engloban dentro de las denominadas enfermedades neurológicas, siendo ambas irreversibles y degenerativas, lo que implica que las funciones orgánicas dañadas o perdidas del paciente no puedan regenerarse.
La diferencia es que, en el caso del Alzheimer, éste degenera hasta provocar la muerte de la persona en la mayoría de los casos, mientras que la demencia no es causa directa de fallecimiento.
Además, “no es lo mismo una fase leve, tanto de demencia en general, como de Alzheimer en particular, en la que no hay apenas alteración, que una fase más avanzada, en la que se sumen otros problemas. Por tanto, no hay una única enfermedad, sino un sinfín de enfermos, cada uno con sus peculiaridades”, afirma Manzano.
En cuanto a las causas, en el caso del Alzheimer éstas son desconocidas, pero en la demencia puede ser la secuela de una infección, del consumo de drogas, de tumores, de otras patologías como el Parkinson u otras de carácter degenerativo.
En ambos casos, que un familiar directo padezca alguna de las dos patologías, mantener niveles de presión arterial altos o ser mujer pueden ser factores de riesgo.
Según Manzano, “un bajo nivel educativo premórbido, seguir una dieta escasamente cardio saludable, la ausencia de un estilo de vida sano, como el ejercicio físico regular”, también suponen elementos que aumentan las probabilidades de padecer Alzheimer.
Por otro lado, tanto las personas con demencia como aquellas que tienen Alzheimer, poseen una misma percepción de la realidad y sólo existen diferencias en los síntomas dependiendo de la fase en la que se encuentre el paciente.
En conclusión, ambas se engloban dentro del término demencia pero, según su nivel de evolución, conllevan características y síntomas que las convierten en enfermedades diferentes.
Consejos para los familiares de pacientes
No existen medidas preventivas que puedan evitar la aparición de ambas afecciones, aparte de las medidas que pueden aplicarse a la vida cotidiana: seguir una alimentación saludable o realizar ejercicio rutinario.
“De forma práctica y entendible, la idea es retrasar al máximo el momento demencia de la enfermedad, para que, de esta manera, se pueda evitar la dependencia”, explica la especialista.
Para ello, es necesario implicar al paciente en un estilo de vida saludable, controlar los factores de riesgo cardiovascular o fomentar sus reservas cognitivas y motivacionales.
En el momento en el que la persona padezca demencia o Alzheimer, los especialistas deben recomendar a sus familiares que sean, que empleen un lenguaje claro y sencillo y, sobre todo, que eviten reprochar sus errores a la persona enferma.
El consejo principal, según la experta, es que los cuidadores traten de orientar al paciente a la realidad, de forma pausada y sin forzarle, a través del refuerzo positivo y, si lo precisan, con la ayuda de las asociaciones como punto de apoyo fundamental para hacer frente a la enfermedad.
La demencia senil es una enfermedad que provoca el deterioro de la memoria y otras capacidades del razonamiento relacionadas con el lenguaje, la percepción o el juicio.
Estos síntomas, producidos por una falta de comunicación en las células nerviosas, interfieren en la vida cotidiana del paciente y, en las fases más avanzadas, lo convierten en dependiente.
Debemos desterrar términos trasnochados del pasado que sólo generan confusión. La demencia no implica que sea senil, del mismo modo que tampoco implica que sea Alzheimer”, confirma Sagrario Manzano, doctora y coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
La enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente, pero puede aparecer a edades más tempranas y sus síntomas se van agravando a medida que progresa la patología, implicando, en algunos casos, la muerte del paciente, factor que la demencia no tiene porqué conllevar.
Según la doctora Manzano, ambas patologías presentan características que la diferencian.
Diferencias y similitudes entre demencia y Alzheimer
Tanto la demencia como el Alzheimer se engloban dentro de las denominadas enfermedades neurológicas, siendo ambas irreversibles y degenerativas, lo que implica que las funciones orgánicas dañadas o perdidas del paciente no puedan regenerarse.
La diferencia es que, en el caso del Alzheimer, éste degenera hasta provocar la muerte de la persona en la mayoría de los casos, mientras que la demencia no es causa directa de fallecimiento.
Además, “no es lo mismo una fase leve, tanto de demencia en general, como de Alzheimer en particular, en la que no hay apenas alteración, que una fase más avanzada, en la que se sumen otros problemas. Por tanto, no hay una única enfermedad, sino un sinfín de enfermos, cada uno con sus peculiaridades”, afirma Manzano.
En cuanto a las causas, en el caso del Alzheimer éstas son desconocidas, pero en la demencia puede ser la secuela de una infección, del consumo de drogas, de tumores, de otras patologías como el Parkinson u otras de carácter degenerativo.
En ambos casos, que un familiar directo padezca alguna de las dos patologías, mantener niveles de presión arterial altos o ser mujer pueden ser factores de riesgo.
Según Manzano, “un bajo nivel educativo premórbido, seguir una dieta escasamente cardio saludable, la ausencia de un estilo de vida sano, como el ejercicio físico regular”, también suponen elementos que aumentan las probabilidades de padecer Alzheimer.
Por otro lado, tanto las personas con demencia como aquellas que tienen Alzheimer, poseen una misma percepción de la realidad y sólo existen diferencias en los síntomas dependiendo de la fase en la que se encuentre el paciente.
En conclusión, ambas se engloban dentro del término demencia pero, según su nivel de evolución, conllevan características y síntomas que las convierten en enfermedades diferentes.
Consejos para los familiares de pacientes
No existen medidas preventivas que puedan evitar la aparición de ambas afecciones, aparte de las medidas que pueden aplicarse a la vida cotidiana: seguir una alimentación saludable o realizar ejercicio rutinario.
“De forma práctica y entendible, la idea es retrasar al máximo el momento demencia de la enfermedad, para que, de esta manera, se pueda evitar la dependencia”, explica la especialista.
Para ello, es necesario implicar al paciente en un estilo de vida saludable, controlar los factores de riesgo cardiovascular o fomentar sus reservas cognitivas y motivacionales.
En el momento en el que la persona padezca demencia o Alzheimer, los especialistas deben recomendar a sus familiares que sean, que empleen un lenguaje claro y sencillo y, sobre todo, que eviten reprochar sus errores a la persona enferma.
El consejo principal, según la experta, es que los cuidadores traten de orientar al paciente a la realidad, de forma pausada y sin forzarle, a través del refuerzo positivo y, si lo precisan, con la ayuda de las asociaciones como punto de apoyo fundamental para hacer frente a la enfermedad.
¿Por qué me pican los mosquitos? María R. Lagoa. El Mundo. Domingo, 19 de Abril de 2020.
Evitar las picaduras de mosquitos es una de las batallas que libramos durante la temporada estival. La sabiduría popular es extensa pero hoy existe también evidencia científica que descarta definitivamente algunos mitos, como que se sientan atraídos por la sangre dulce o el olor de la piel, o que la ropa amarilla llame su atención.
La especialista en Alergología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Soledad Sánchez, destaca dos estudios recientes publicados en la revista científica Current Biology el año pasado y que resultan muy reveladores. Sus conclusiones apuntan que los mosquitos integran tanto las señales olfativas como las visuales, pero identifican mejor las primeras: “La señal olfativa es determinante para que el mosquito pique”.
Uno de estos estudios demuestra que un reclamo importante es el dióxido de carbono (CO2) que exhalamos al respirar. La cantidad de CO2 que emitimos no es la misma en todos, hay personas que despiden más, como los sujetos que sufren obesidad, las mujeres embarazadas y quienes tienen un ritmo metabólico más elevado, así que son ellas quienes han de tener más cuidado.
El segundo estudio aclara la controversia que existía en torno a si las personas que hacen ejercicio físico al aire libre tienen más posibilidades de sufrir picaduras de mosquitos. Este trabajo revela que efectivamente es así porque estos insectos detectan los compuestos volátiles ácidos que hay en el sudor.
Los colores oscuros son más atrayentes
Asimismo, se sabe que detectan las señales visuales y que lo hacen mejor si el campo visual es reducido, pero es controvertido el efecto que producen los colores. No hay evidencia clara al respecto pero la hipótesis más extendida es que les atraen los colores oscuros más que los claros.
Por otra parte, el trabajo que desempeñan los alergólogos ha desvelado que existe una posible relación con los grupos sanguíneos: “Los mosquitos se sienten más atraídos por las personas con sangre del grupo O y menos por quienes son del tipo A. Se desconoce el mecanismo por el que esto pasa pero es lo que nos dice la experiencia clínica”.
Pican menos del 20% de los mosquitos
Aproximadamente existen 3.500 especies descritas de mosquitos, pero pican menos del 20%. Uno de ellos es el Culex pipiens, que es el más frecuente en nuestro país, suele picar por las noches y está en muchas casas. Desde hace unos años también es bastante habitual el Aedes albopictus, más conocido como el mosquito tigre, que entró por Cataluña en 2004; es de mayor tamaño, pica durante el día, su aguijón atraviesa la ropa y provoca lesiones con un importante componente inflamatorio.
No pican los machos, que se alimentan de exudados vegetales. Pican las hembras, aunque no para alimentarse sino para desarrollar los huevos.
Reacciones inmediatas y retardadas
La reacción en los seres humanos de la picadura del mosquito está provocada por la saliva que introduce en nuestro cuerpo. Existen dos tipos de reacción: la inmediata y la que se produce hasta 24 y 36 horas más tarde. La retardada, que es menos frecuente, suele causar una lesión ampollosa y puede durar varios días, mientras que la inmediata suele ser una hinchazón que desaparece en poco tiempo.
A diferencia de las avispas y las abejas, no es común que los mosquitos provoquen alergias y, si lo hacen, las graves son excepcionales. De todas maneras, Soledad Sánchez advierte que cuando un cuerpo se sensibiliza a alguna sustancia, existen más posibilidades de que se desarrolle una alergia.
Prevención de las picaduras
En cuanto a las medidas preventivas, esta experta del hospital coruñés recomienda vestir de claro, taparse bien los brazos y las piernas y la utilización de repelentes, que son bastante efectivos.
Una vez que se produce la picadura, aplicar frío local, utilizar antihistamínicos y cremas con corticoides, son las medidas más útiles, aunque lo más importante es no rascarse: “Muchas veces es peor el efecto que provoca rascarse que la propia picadura”. El alcohol no tiene sentido (sólo sirve para desinfectar). “Yo recomiendo llevar un kit con repelente, antihistamínicos y una crema corticoide”, concluye Soledad Sánchez.
Evitar las picaduras de mosquitos es una de las batallas que libramos durante la temporada estival. La sabiduría popular es extensa pero hoy existe también evidencia científica que descarta definitivamente algunos mitos, como que se sientan atraídos por la sangre dulce o el olor de la piel, o que la ropa amarilla llame su atención.
La especialista en Alergología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Soledad Sánchez, destaca dos estudios recientes publicados en la revista científica Current Biology el año pasado y que resultan muy reveladores. Sus conclusiones apuntan que los mosquitos integran tanto las señales olfativas como las visuales, pero identifican mejor las primeras: “La señal olfativa es determinante para que el mosquito pique”.
Uno de estos estudios demuestra que un reclamo importante es el dióxido de carbono (CO2) que exhalamos al respirar. La cantidad de CO2 que emitimos no es la misma en todos, hay personas que despiden más, como los sujetos que sufren obesidad, las mujeres embarazadas y quienes tienen un ritmo metabólico más elevado, así que son ellas quienes han de tener más cuidado.
El segundo estudio aclara la controversia que existía en torno a si las personas que hacen ejercicio físico al aire libre tienen más posibilidades de sufrir picaduras de mosquitos. Este trabajo revela que efectivamente es así porque estos insectos detectan los compuestos volátiles ácidos que hay en el sudor.
Los colores oscuros son más atrayentes
Asimismo, se sabe que detectan las señales visuales y que lo hacen mejor si el campo visual es reducido, pero es controvertido el efecto que producen los colores. No hay evidencia clara al respecto pero la hipótesis más extendida es que les atraen los colores oscuros más que los claros.
Por otra parte, el trabajo que desempeñan los alergólogos ha desvelado que existe una posible relación con los grupos sanguíneos: “Los mosquitos se sienten más atraídos por las personas con sangre del grupo O y menos por quienes son del tipo A. Se desconoce el mecanismo por el que esto pasa pero es lo que nos dice la experiencia clínica”.
Pican menos del 20% de los mosquitos
Aproximadamente existen 3.500 especies descritas de mosquitos, pero pican menos del 20%. Uno de ellos es el Culex pipiens, que es el más frecuente en nuestro país, suele picar por las noches y está en muchas casas. Desde hace unos años también es bastante habitual el Aedes albopictus, más conocido como el mosquito tigre, que entró por Cataluña en 2004; es de mayor tamaño, pica durante el día, su aguijón atraviesa la ropa y provoca lesiones con un importante componente inflamatorio.
No pican los machos, que se alimentan de exudados vegetales. Pican las hembras, aunque no para alimentarse sino para desarrollar los huevos.
Reacciones inmediatas y retardadas
La reacción en los seres humanos de la picadura del mosquito está provocada por la saliva que introduce en nuestro cuerpo. Existen dos tipos de reacción: la inmediata y la que se produce hasta 24 y 36 horas más tarde. La retardada, que es menos frecuente, suele causar una lesión ampollosa y puede durar varios días, mientras que la inmediata suele ser una hinchazón que desaparece en poco tiempo.
A diferencia de las avispas y las abejas, no es común que los mosquitos provoquen alergias y, si lo hacen, las graves son excepcionales. De todas maneras, Soledad Sánchez advierte que cuando un cuerpo se sensibiliza a alguna sustancia, existen más posibilidades de que se desarrolle una alergia.
Prevención de las picaduras
En cuanto a las medidas preventivas, esta experta del hospital coruñés recomienda vestir de claro, taparse bien los brazos y las piernas y la utilización de repelentes, que son bastante efectivos.
Una vez que se produce la picadura, aplicar frío local, utilizar antihistamínicos y cremas con corticoides, son las medidas más útiles, aunque lo más importante es no rascarse: “Muchas veces es peor el efecto que provoca rascarse que la propia picadura”. El alcohol no tiene sentido (sólo sirve para desinfectar). “Yo recomiendo llevar un kit con repelente, antihistamínicos y una crema corticoide”, concluye Soledad Sánchez.
Esto es lo que pasa a los menores de tres años si se lavan las manos a menudo
El lavado frecuente de manos en su entorno reduce la prevalencia de infecciones respiratorias entre un 20% y un 30% en los menores de tres años, según la Asociación Española de Pediatría. ABC Familia:04/05/2019
Los padres, profesionales y cuidadores que se lavan las manos frecuentemente y además instan a los menores de tres años a hacerlo pueden conseguir reducir la prevalencia de sufrir infercciones respiratorias entre un 20 y un 30%, según el estudio «Effectiveness of a hand hygiene program at child care centers: a cluster randomized trial», publicado en la revista «Pediatrics».
Tal como recuerda el doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños «desde el año de edad son perfectamente capaces de aprender a lavarse las manos y lo correcto es que, como mínimo, lo hagan antes y después de las comidas y después de ir al baño». Asimismo, insiste en la «la necesidad de que padres, tutores y personal sanitario pongan en práctica una correcta higiene de manos de manera frecuente a la hora de prevenir este tipo de infecciones respiratorias».
El trabajo publicado en «Pediatrics», llevado a cabo sobre una población de 900 menores de tres años durante un periodo de ocho meses, es el primer artículo que demuestra la efectividad de un programa educacional sobre higiene de manos diseñado para padres y personal encargados del cuidado de niños de 0 a 3 años. El programa al que hace referencia el estudio fue instaurado en los propios centros y hogares y consiguió una menor incidencia de infecciones respiratorias (IR) y de prescripción de antibióticos en este grupo poblacional tan vulnerable.
En el caso de los menores, consistía en lavarse las manos al entrar en el aula, antes y después de la comida, y después del recreo; mientras que los tutores y cuidadores debían lavarse las manos después de toser o estornudar, sonarse la nariz o después del cambio de pañales.
Los menores de tres años, más vulnerables
«Las infecciones respiratorias constituyen un problema de salud primordial en esta franja de edad por la morbilidad que causan y la prescripción excesiva de antibióticos y, gracias a este estudio, podemos comprobar que algo tan sencillo como el lavado de manos es una medida valiosa, fácil y efectiva para prevenir la transmisión de este tipo de enfermedades», indica este experto.
Otro de los resultados arrojados por el estudio, cuya autora es la doctora Ernestina Azor-Martínez, del Servicio de Pediatría del Hospital Torrecárdenas de Almería, hace referencia a la efectividad del método elegido para lavarse las manos. En este caso, es el primero en el que se valoran los beneficios sobre el riesgo de infecciones respiratorias a nivel individual del lavado de manos con jabón y agua (21% de reducción de prevalencia) o con desinfectante para manos (31%) respecto al grupo control, así como en el uso de antibióticos y el absentismo, con clara ventaja del grupo de desinfectante para manos sobre el de lavado con agua y jabón.
Lavarse las manos salva vidas
En este contexto, la Asociación Española de Pediatría se suma, un año más, a la Jornada Mundial de Higiene de Manos en la Atención Sanitaria enmarcada dentro del programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) «Salve vidas: límpiese las manos», que se celebra el 5 de mayo. Este programa cuenta, con la participación activa del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social a través del Programa de Higiene de las Manos del Sistema Nacional de Salud, puesto en marcha en 2008 por la Estrategia de Seguridad del Paciente.
Desde la AEP se recuerda a todos los profesionales sanitarios y, especialmente, a los que trabajan con niños, que ha de cumplirse estrictamente el protocolo de higiene de manos marcado por el Ministerio y la OMS y lavarse las manos entre paciente y paciente.
El lavado frecuente de manos en su entorno reduce la prevalencia de infecciones respiratorias entre un 20% y un 30% en los menores de tres años, según la Asociación Española de Pediatría. ABC Familia:04/05/2019
Los padres, profesionales y cuidadores que se lavan las manos frecuentemente y además instan a los menores de tres años a hacerlo pueden conseguir reducir la prevalencia de sufrir infercciones respiratorias entre un 20 y un 30%, según el estudio «Effectiveness of a hand hygiene program at child care centers: a cluster randomized trial», publicado en la revista «Pediatrics».
Tal como recuerda el doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños «desde el año de edad son perfectamente capaces de aprender a lavarse las manos y lo correcto es que, como mínimo, lo hagan antes y después de las comidas y después de ir al baño». Asimismo, insiste en la «la necesidad de que padres, tutores y personal sanitario pongan en práctica una correcta higiene de manos de manera frecuente a la hora de prevenir este tipo de infecciones respiratorias».
El trabajo publicado en «Pediatrics», llevado a cabo sobre una población de 900 menores de tres años durante un periodo de ocho meses, es el primer artículo que demuestra la efectividad de un programa educacional sobre higiene de manos diseñado para padres y personal encargados del cuidado de niños de 0 a 3 años. El programa al que hace referencia el estudio fue instaurado en los propios centros y hogares y consiguió una menor incidencia de infecciones respiratorias (IR) y de prescripción de antibióticos en este grupo poblacional tan vulnerable.
En el caso de los menores, consistía en lavarse las manos al entrar en el aula, antes y después de la comida, y después del recreo; mientras que los tutores y cuidadores debían lavarse las manos después de toser o estornudar, sonarse la nariz o después del cambio de pañales.
Los menores de tres años, más vulnerables
«Las infecciones respiratorias constituyen un problema de salud primordial en esta franja de edad por la morbilidad que causan y la prescripción excesiva de antibióticos y, gracias a este estudio, podemos comprobar que algo tan sencillo como el lavado de manos es una medida valiosa, fácil y efectiva para prevenir la transmisión de este tipo de enfermedades», indica este experto.
Otro de los resultados arrojados por el estudio, cuya autora es la doctora Ernestina Azor-Martínez, del Servicio de Pediatría del Hospital Torrecárdenas de Almería, hace referencia a la efectividad del método elegido para lavarse las manos. En este caso, es el primero en el que se valoran los beneficios sobre el riesgo de infecciones respiratorias a nivel individual del lavado de manos con jabón y agua (21% de reducción de prevalencia) o con desinfectante para manos (31%) respecto al grupo control, así como en el uso de antibióticos y el absentismo, con clara ventaja del grupo de desinfectante para manos sobre el de lavado con agua y jabón.
Lavarse las manos salva vidas
En este contexto, la Asociación Española de Pediatría se suma, un año más, a la Jornada Mundial de Higiene de Manos en la Atención Sanitaria enmarcada dentro del programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) «Salve vidas: límpiese las manos», que se celebra el 5 de mayo. Este programa cuenta, con la participación activa del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social a través del Programa de Higiene de las Manos del Sistema Nacional de Salud, puesto en marcha en 2008 por la Estrategia de Seguridad del Paciente.
Desde la AEP se recuerda a todos los profesionales sanitarios y, especialmente, a los que trabajan con niños, que ha de cumplirse estrictamente el protocolo de higiene de manos marcado por el Ministerio y la OMS y lavarse las manos entre paciente y paciente.
Tres consecuencias sorprendentes de sentarte mal (GEMA GARCÍA MARCOS 16.nov.2018)
Así se deteriora tu cuerpo por pasarte ocho horas sentado cada día.
Las malas posturas al sentarnos, repetidas durante toda una vida, acaban por pasarnos factura anatómica y orgánica. Cuello, hombros y lumbares suelen ser, junto con la cadera, los principales perjudicados por nuestro afán contorsionista sobre la silla. Los maltratamos y nos demuestran su malestar en forma de dolor muscular, de articulaciones e incluso de cabeza.
Sin embargo, hay otras secuelas menos conocidas pero igual o más molestas que éstas. Son las consecuencias menos conocidas y más sorprendentes del estadio más grave de esa pandemia llamada 'sitting'. ¿De qué hablamos? Meghan Markowski, fisioterapeuta del Brigham and Women's Hospital de Boston, afiliado a la Universidad de Harvard (Estados Unidos), lo detalla:
1. Incontinencia: Al encorvarnos, sometemos al abdomen a una presión que, poco a poco, va reduciendo la fortaleza de los músculos del suelo pélvico para evitar escapes de orina al realizar gestos tan cotidianos como toser o reír.
2. Estreñimiento: Una mala postura en el wc, echados hacia adelante con las rodillas más bajas que las caderas, también puede dificultar el momento de la evacuación. "Sin darnos cuenta, cerramos el ano y hacemos que los músculos abdominales lo tengan más difícil para ayudarnos a expulsar las heces", explica Markowski.
3. Digestiones pesadas: "Cuando nos encorvamos, presionamos el abdomen, lo que puede provocar que los ácidos del estómago vayan en la dirección incorrecta y no cumplan con su misión", relata el doctor Kyle Staller, gastroenterólogo en el Massachusetts General Hospital, adscrito a Harvard.
¿Qué podemos hacer para evitar este desastre? Lo primero (es una obviedad) vigilar nuestra postura al sentarnos. Empezar por acomodar nuestro trasero sobre los isquiones, esos huesos situados en la base de los glúteos. A partir de ahí, deberíamos alargar la columna, activando el abdomen, rotar ligeramente los hombros hacia atrás (sintiendo como se juntan las escápulas) y separar la barbilla del cuello para evitar esa terrible postura de gárgola humana. ¿Complicado? Sí, nadie dijo que fuera sencillo. Pero hay que intentarlo y, como probablemente, volveremos a las malas posturas, lo más aconsejable es colgar un post-it en el ordenador para recordarnos que debemos erguirnos.
Todo esto para empezar. Los siguientes pasos deberían ser acudir a un fisioterapeuta para remediar el desaguisado anatómico y a un entrenador para que nos diseñe un plan de entrenamiento a medida en el que el fortalecimiento del 'core' ocupe un papel fundamental.
Así se deteriora tu cuerpo por pasarte ocho horas sentado cada día.
Las malas posturas al sentarnos, repetidas durante toda una vida, acaban por pasarnos factura anatómica y orgánica. Cuello, hombros y lumbares suelen ser, junto con la cadera, los principales perjudicados por nuestro afán contorsionista sobre la silla. Los maltratamos y nos demuestran su malestar en forma de dolor muscular, de articulaciones e incluso de cabeza.
Sin embargo, hay otras secuelas menos conocidas pero igual o más molestas que éstas. Son las consecuencias menos conocidas y más sorprendentes del estadio más grave de esa pandemia llamada 'sitting'. ¿De qué hablamos? Meghan Markowski, fisioterapeuta del Brigham and Women's Hospital de Boston, afiliado a la Universidad de Harvard (Estados Unidos), lo detalla:
1. Incontinencia: Al encorvarnos, sometemos al abdomen a una presión que, poco a poco, va reduciendo la fortaleza de los músculos del suelo pélvico para evitar escapes de orina al realizar gestos tan cotidianos como toser o reír.
2. Estreñimiento: Una mala postura en el wc, echados hacia adelante con las rodillas más bajas que las caderas, también puede dificultar el momento de la evacuación. "Sin darnos cuenta, cerramos el ano y hacemos que los músculos abdominales lo tengan más difícil para ayudarnos a expulsar las heces", explica Markowski.
3. Digestiones pesadas: "Cuando nos encorvamos, presionamos el abdomen, lo que puede provocar que los ácidos del estómago vayan en la dirección incorrecta y no cumplan con su misión", relata el doctor Kyle Staller, gastroenterólogo en el Massachusetts General Hospital, adscrito a Harvard.
¿Qué podemos hacer para evitar este desastre? Lo primero (es una obviedad) vigilar nuestra postura al sentarnos. Empezar por acomodar nuestro trasero sobre los isquiones, esos huesos situados en la base de los glúteos. A partir de ahí, deberíamos alargar la columna, activando el abdomen, rotar ligeramente los hombros hacia atrás (sintiendo como se juntan las escápulas) y separar la barbilla del cuello para evitar esa terrible postura de gárgola humana. ¿Complicado? Sí, nadie dijo que fuera sencillo. Pero hay que intentarlo y, como probablemente, volveremos a las malas posturas, lo más aconsejable es colgar un post-it en el ordenador para recordarnos que debemos erguirnos.
Todo esto para empezar. Los siguientes pasos deberían ser acudir a un fisioterapeuta para remediar el desaguisado anatómico y a un entrenador para que nos diseñe un plan de entrenamiento a medida en el que el fortalecimiento del 'core' ocupe un papel fundamental.
Truco fácil para concentrarte en aquello que te cuesta: la técnica Pomodoro
Pasar largas horas en la mesa de trabajo es menos productivo que estar periodos más breves concentrados y combinar estos con momentos de descanso
Si quieres tener alta productividad en algo que te cuesta, olvídate de estar concentrado horas y horas haciendo solo eso. Se ha comprobado que no es la mejor opción. Al menos, esa es la conclusión de la Universidad de Illinois, que demostró que pasar largas horas en la mesa de trabajo aporta menos productividad que dedicar periodos de tiempo más breves concentrados y alternar estos con descanso. El motivo está relacionado con nuestras dos formas de pensar: la focalizada y la difusa. Mientras que la primera nos mantiene la atención a tope, la segunda nos relaja y nos ayuda a distraernos hasta con el vuelo de una mosca. Las dos son necesarias. Es más, la creatividad surge de conectar cosas dispares, que solo nacen de la mente difusa. Pero claro, estar siempre en lo difuso tampoco aporta mucho ni resuelve los problemas. Necesitamos alternar la mente focalizada y la difusa para ser productivos, y para ello existe una técnica que propuso Francesco Cirillo allá por los ochenta y que sigue completamente vigente: la técnica Pomodoro.
¿Por qué necesitamos “hacer nada” para encontrar soluciones a nuestros problemas?
Pomodoro significa “tomate” en italiano y su nombre se asocia a los relojes de cocina con los que se mide el tiempo de cocción. La idea es utilizar un reloj —o un smartphone o lo que tengas a mano— para medir intervalos de 25 minutos en los que pongas la mente focalizada y saques adelante la tarea que se nos atasca. Después, te comprometes con hacer una pausa o incluso a darte un pequeño premio. Vamos a ver las fases de la técnica Pomodoro:
1. Revisa tu agenda y crea el espacio de tiempo que necesitas. Cirillo propuso intervalos de 25 minutos además del descanso, pero pueden ser 20 o 30 minutos. Igualmente, hay investigaciones posteriores que sugieren intervalos de mayor duración. En este punto, vale la pena que cada persona identifique lo que más le ayuda.
2. Hazte con un temporizador. Ya lo hemos dicho, escoge el que te sea más cómodo y comprométete a seguirlo. Igualmente, reúne todo lo que necesitas: documentación o material necesario. Llama si necesitas ayuda antes de comenzar.
3. Céntrate solo en la tarea. Este punto es especialmente difícil. Aquí aparecen las interrupciones, las consultas al móvil o los asaltos al frigorífico o a la máquina de café. Pues bien, si aplicamos la técnica Pomodoro necesitamos retirar todas las interrupciones posibles: apagar el móvil o hacernos con ese café que “imperiosamente” necesitamos.
4. Haz un pequeño descanso. Aquí es donde le damos permiso a la mente difusa para que entre en escena. Si hemos hecho 25 minutos de trabajo, un descanso adecuado sería de cinco minutos, por ejemplo. Según Cirillo, en este momento no debemos caer en la sensación de improductividad y extendernos y extendernos. Ya lo hemos dicho, los descansos ayudan a la mente focalizada.
5. Continuar las sesiones de trabajo y tomar un descanso más largo. Los espacios de 25 minutos y cinco de descanso se pueden ir encadenando hasta completar tres, y luego tomarse un descanso más duradero de 20 minutos, por ejemplo. O si se hacen cinco intervalos, el descanso podría ser de 30 minutos. Igualmente, en este punto podríamos darnos una pequeña gratificación, como un dulce que nos guste, un paseo o cualquier cosa que nos dé energía.
En definitiva, a todos nos cuesta concentrarnos en algo que no nos apetece mucho, como un trabajo, una tarea de casa o resolver algún problema doméstico. Pero la técnica Pomodoro nos ayuda a mejorar nuestra concentración alternando la mente focalizada con la difusa. ¿Haces la prueba?
Pasar largas horas en la mesa de trabajo es menos productivo que estar periodos más breves concentrados y combinar estos con momentos de descanso
Si quieres tener alta productividad en algo que te cuesta, olvídate de estar concentrado horas y horas haciendo solo eso. Se ha comprobado que no es la mejor opción. Al menos, esa es la conclusión de la Universidad de Illinois, que demostró que pasar largas horas en la mesa de trabajo aporta menos productividad que dedicar periodos de tiempo más breves concentrados y alternar estos con descanso. El motivo está relacionado con nuestras dos formas de pensar: la focalizada y la difusa. Mientras que la primera nos mantiene la atención a tope, la segunda nos relaja y nos ayuda a distraernos hasta con el vuelo de una mosca. Las dos son necesarias. Es más, la creatividad surge de conectar cosas dispares, que solo nacen de la mente difusa. Pero claro, estar siempre en lo difuso tampoco aporta mucho ni resuelve los problemas. Necesitamos alternar la mente focalizada y la difusa para ser productivos, y para ello existe una técnica que propuso Francesco Cirillo allá por los ochenta y que sigue completamente vigente: la técnica Pomodoro.
¿Por qué necesitamos “hacer nada” para encontrar soluciones a nuestros problemas?
Pomodoro significa “tomate” en italiano y su nombre se asocia a los relojes de cocina con los que se mide el tiempo de cocción. La idea es utilizar un reloj —o un smartphone o lo que tengas a mano— para medir intervalos de 25 minutos en los que pongas la mente focalizada y saques adelante la tarea que se nos atasca. Después, te comprometes con hacer una pausa o incluso a darte un pequeño premio. Vamos a ver las fases de la técnica Pomodoro:
1. Revisa tu agenda y crea el espacio de tiempo que necesitas. Cirillo propuso intervalos de 25 minutos además del descanso, pero pueden ser 20 o 30 minutos. Igualmente, hay investigaciones posteriores que sugieren intervalos de mayor duración. En este punto, vale la pena que cada persona identifique lo que más le ayuda.
2. Hazte con un temporizador. Ya lo hemos dicho, escoge el que te sea más cómodo y comprométete a seguirlo. Igualmente, reúne todo lo que necesitas: documentación o material necesario. Llama si necesitas ayuda antes de comenzar.
3. Céntrate solo en la tarea. Este punto es especialmente difícil. Aquí aparecen las interrupciones, las consultas al móvil o los asaltos al frigorífico o a la máquina de café. Pues bien, si aplicamos la técnica Pomodoro necesitamos retirar todas las interrupciones posibles: apagar el móvil o hacernos con ese café que “imperiosamente” necesitamos.
4. Haz un pequeño descanso. Aquí es donde le damos permiso a la mente difusa para que entre en escena. Si hemos hecho 25 minutos de trabajo, un descanso adecuado sería de cinco minutos, por ejemplo. Según Cirillo, en este momento no debemos caer en la sensación de improductividad y extendernos y extendernos. Ya lo hemos dicho, los descansos ayudan a la mente focalizada.
5. Continuar las sesiones de trabajo y tomar un descanso más largo. Los espacios de 25 minutos y cinco de descanso se pueden ir encadenando hasta completar tres, y luego tomarse un descanso más duradero de 20 minutos, por ejemplo. O si se hacen cinco intervalos, el descanso podría ser de 30 minutos. Igualmente, en este punto podríamos darnos una pequeña gratificación, como un dulce que nos guste, un paseo o cualquier cosa que nos dé energía.
En definitiva, a todos nos cuesta concentrarnos en algo que no nos apetece mucho, como un trabajo, una tarea de casa o resolver algún problema doméstico. Pero la técnica Pomodoro nos ayuda a mejorar nuestra concentración alternando la mente focalizada con la difusa. ¿Haces la prueba?
Dos años para borrar una enfermedad del planeta.
Una investigación española demuestra que con más dosis de antibiótico se eliminará el pian, una enfermedad infecciosa que causa úlceras (ESTHER ARMORA BARCELONA. 07/02/2018)
¿Cuántas enfermedades padecemos que podrían erradicarse? El médico español que está erradicando una grave enfermedad
Oriol Mitjà tuvo claro ya en los albores de su carrera profesional que sus esfuerzos no irían dirigidos al primer mundo. Quizás por eso, este especialista del Hospital Clínic de Barcelona, de 38 años, se formó como infectólogo y dirigió todos sus esfuerzos a combatir las enfermedades que se ensañan con los más pobres. Guiado por esa vocación, Mitjà aterrizó en 2010 en Lihir (Papúa Nueva Guinea), una pequeña isla perdida en la inmensidad del océano Pacífico donde sus habitantes conviven con la miseria y el pian, una enfermedad bacteriana altamente contagiosa. Afecta sobre todo a niños de entre 5 y 15 años, y se caracteriza por producir úlceras cutáneas que pueden causar deformaciones óseas graves.
Llegó a la isla con un plan ambicioso: erradicar la enfermedad en 2020 con una única pastilla de azitromicina, un antibiótico de modesto coste muy usado en Occidente para curar otitis. El médico catalán adquirió renombre mundial gracias a ese hallazgo, ya que el pian era una enfermedad invalidante con un difícil tratamiento en las islas del Pacífico.
Adiós en 2020
Ahora, ocho años después, este joven investigador, que desarrolla sus trabajos en el Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona -impulsado por la Fundación La Caixa- mantiene ese objetivo inicial aunque replantea la estrategia. Un estudio, dirigido por él y publicado en «The Lancet», demuestra que el actual tratamiento antibiótico validado por la OMS sigue siendo eficaz pero es «insuficiente» y concluye que para que desaparezca definitivamente esta dolencia infecciosa del planeta en 2020 será necesario administrar más de una ronda de tratamiento antibiótico masivo y controlar de cerca posibles resistencias.
En 2012, Oriol Mitjà estableció que una sola dosis de azitromicina era suficiente para curar la enfermedad en niños, lo que sentó las bases de la estrategia de la OMS para erradicarla en 2010. Ahora, la investigación publicada en «The Lancet» demuestra que para lograr ese objetivo deberán administrarse entre dos y tres rondas de tratamiento en intervalos de entre 6 y 12 meses. Los autores llegan a esta conclusión tras una campaña de administración masiva del antibiótico en Lihir, que llegó al 84 por ciento de la población. Se administró una sola dosis de azitromicina a la población y cada seis meses se hizo un seguimiento serológico y molecular de la muestra para detectar los casos activos de la enfermedad.
«El antibiótico se mostró altamente efectivo pero no logramos el objetivo inicial», señala el investigador principal. En los primeros 18 meses, la prevalencia de esta infección, causada por la bacteria «Treponema pallidum pertenue», disminuyó drásticamente (pasó del 1,8 por ciento al 0,1 por ciento), aunque empezó a resurgir al cabo de 24 meses y a los 42 meses subió al 0,4 por ciento. La mayoría de casos eran personas que no habían tomado el tratamiento masivo, aunque también se dieron algunos importados de otras regiones. En esta primera experiencia, que duró 42 meses, los investigadores identificaron, por primera vez, cinco casos de resistencia, curiosamente en niños que vivían en el mismo poblado. «Todos presentaban una mutación que hacía que la bacteria que causa la enfermedad fuera resistente a la azitromicina y eran miembros de una misma familia o amigos, lo que nos conduce a pensar que se contagiaron de la misma cepa resistente», dice el investigador, quien señala que esas resistencias «no invalidan la estrategia antibiótica, ya que se resuelven administrando penicilina». Gracias a la experiencia se evidenciaron, según explica Mitjà, dos problemas en la estrategia: «uno de cobertura» y «otro de resistencias». «El primero se resuelve tratando a todas las personas que residen en las áreas endémicas de pian porque los casos latentes si no se tratan acaban manifestando la enfermedad». En cuanto a las resistencias, la investigación apunta la necesidad de establecer mecanismos de detección de la mutación y cuando ésta se confirme aplicar la penicilina. «La idea es dar la primera ronda de tratamiento a las personas que tengan la infección activa y si al cabo de unos meses vemos que pese a tomar el antibiótico mantienen las úlceras, realizarles un test de diagnóstico para saber si presentan la mutación. Si es así, se les administra la penicilina y ya está», apunta el investigador.
Tres euros por persona.
Su nuevo proyecto para reforzar las dosis actuales de antibiótico y poder así ganar la partida final a la enfermedad, presupuestado en 400.000 euros -solo están pendientes de financiación unos 100.000-, arrancará en abril de este año en la provincia de Nueva Irlanda (Papúa Nueva Guinea) y cuenta con una donación de 500.000 dosis de azitromicina gracias a la aportación de Kern Pharma. Respecto a cuántas rondas de tratamiento serán necesarias, el científico catalán precisa que «no sabemos si serán necesarias dos o tres tandas recordatorio. Lo sabremos aplicando modelos matemáticos y observándolo en la muestra. Este proyecto busca, precisamente, identificar cuántas rondas son necesarias para alcanzar el objetivo de eliminación».
Oriol Mitjà recuerda que con una inversión de solo tres euros por persona se garantiza la desaparición de la enfermedad, tiene un mecanismo de acción similar a la sífilis -de ahí que se conozca como sífilis de los niños-, aunque no se contagía vía sexual sino por contacto con la piel. «Un euro y medio sería para las pastillas y el otro euro y medio para su distribución», aclara. El pian provoca 100.000 nuevos casos anuales y es una enfermedad endémica en 14 países. «Este proyecto refuerza una de las líneas prioritarias del plan estratégico de la Fundación: la investigación. En este caso, se centra en la contribución de científicos que, como Oriol Mitjà, dedican su vida a luchar contra las enfermedades infecciosas y preservar uno de los bienes más apreciados: la salud», indicó ayer el director corporativo de investigación y estrategia de la Fundación Bancaria La Caixa, Àngel Font. Por su parte, el director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Campistol, recordó que este proyecto reafirma el compromiso de la institución por la salud internacional, la investigación en enfermedades infecciosas y el impulso de proyectos de cooperación.
La nueva investigación liderada por Mitjà, que tendrá una duración de 24 meses, cuenta con el impulso de la Fundación Bancaria La Caixa, y la colaboración de Nautilus Minerals, Newcrest Mining, ISDIN, Kern Pharma, la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament (ACCD), la Fundació Barberà Solidària-Ajuntament Barberà del Vallés y el Hospital Clínic de Barcelona. También ha recibido aportaciones de Dauss Abogados, Club Rotary Mataró, Voluntaris per Arenys de Munt y muchos otros.
Una investigación española demuestra que con más dosis de antibiótico se eliminará el pian, una enfermedad infecciosa que causa úlceras (ESTHER ARMORA BARCELONA. 07/02/2018)
¿Cuántas enfermedades padecemos que podrían erradicarse? El médico español que está erradicando una grave enfermedad
Oriol Mitjà tuvo claro ya en los albores de su carrera profesional que sus esfuerzos no irían dirigidos al primer mundo. Quizás por eso, este especialista del Hospital Clínic de Barcelona, de 38 años, se formó como infectólogo y dirigió todos sus esfuerzos a combatir las enfermedades que se ensañan con los más pobres. Guiado por esa vocación, Mitjà aterrizó en 2010 en Lihir (Papúa Nueva Guinea), una pequeña isla perdida en la inmensidad del océano Pacífico donde sus habitantes conviven con la miseria y el pian, una enfermedad bacteriana altamente contagiosa. Afecta sobre todo a niños de entre 5 y 15 años, y se caracteriza por producir úlceras cutáneas que pueden causar deformaciones óseas graves.
Llegó a la isla con un plan ambicioso: erradicar la enfermedad en 2020 con una única pastilla de azitromicina, un antibiótico de modesto coste muy usado en Occidente para curar otitis. El médico catalán adquirió renombre mundial gracias a ese hallazgo, ya que el pian era una enfermedad invalidante con un difícil tratamiento en las islas del Pacífico.
Adiós en 2020
Ahora, ocho años después, este joven investigador, que desarrolla sus trabajos en el Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona -impulsado por la Fundación La Caixa- mantiene ese objetivo inicial aunque replantea la estrategia. Un estudio, dirigido por él y publicado en «The Lancet», demuestra que el actual tratamiento antibiótico validado por la OMS sigue siendo eficaz pero es «insuficiente» y concluye que para que desaparezca definitivamente esta dolencia infecciosa del planeta en 2020 será necesario administrar más de una ronda de tratamiento antibiótico masivo y controlar de cerca posibles resistencias.
En 2012, Oriol Mitjà estableció que una sola dosis de azitromicina era suficiente para curar la enfermedad en niños, lo que sentó las bases de la estrategia de la OMS para erradicarla en 2010. Ahora, la investigación publicada en «The Lancet» demuestra que para lograr ese objetivo deberán administrarse entre dos y tres rondas de tratamiento en intervalos de entre 6 y 12 meses. Los autores llegan a esta conclusión tras una campaña de administración masiva del antibiótico en Lihir, que llegó al 84 por ciento de la población. Se administró una sola dosis de azitromicina a la población y cada seis meses se hizo un seguimiento serológico y molecular de la muestra para detectar los casos activos de la enfermedad.
«El antibiótico se mostró altamente efectivo pero no logramos el objetivo inicial», señala el investigador principal. En los primeros 18 meses, la prevalencia de esta infección, causada por la bacteria «Treponema pallidum pertenue», disminuyó drásticamente (pasó del 1,8 por ciento al 0,1 por ciento), aunque empezó a resurgir al cabo de 24 meses y a los 42 meses subió al 0,4 por ciento. La mayoría de casos eran personas que no habían tomado el tratamiento masivo, aunque también se dieron algunos importados de otras regiones. En esta primera experiencia, que duró 42 meses, los investigadores identificaron, por primera vez, cinco casos de resistencia, curiosamente en niños que vivían en el mismo poblado. «Todos presentaban una mutación que hacía que la bacteria que causa la enfermedad fuera resistente a la azitromicina y eran miembros de una misma familia o amigos, lo que nos conduce a pensar que se contagiaron de la misma cepa resistente», dice el investigador, quien señala que esas resistencias «no invalidan la estrategia antibiótica, ya que se resuelven administrando penicilina». Gracias a la experiencia se evidenciaron, según explica Mitjà, dos problemas en la estrategia: «uno de cobertura» y «otro de resistencias». «El primero se resuelve tratando a todas las personas que residen en las áreas endémicas de pian porque los casos latentes si no se tratan acaban manifestando la enfermedad». En cuanto a las resistencias, la investigación apunta la necesidad de establecer mecanismos de detección de la mutación y cuando ésta se confirme aplicar la penicilina. «La idea es dar la primera ronda de tratamiento a las personas que tengan la infección activa y si al cabo de unos meses vemos que pese a tomar el antibiótico mantienen las úlceras, realizarles un test de diagnóstico para saber si presentan la mutación. Si es así, se les administra la penicilina y ya está», apunta el investigador.
Tres euros por persona.
Su nuevo proyecto para reforzar las dosis actuales de antibiótico y poder así ganar la partida final a la enfermedad, presupuestado en 400.000 euros -solo están pendientes de financiación unos 100.000-, arrancará en abril de este año en la provincia de Nueva Irlanda (Papúa Nueva Guinea) y cuenta con una donación de 500.000 dosis de azitromicina gracias a la aportación de Kern Pharma. Respecto a cuántas rondas de tratamiento serán necesarias, el científico catalán precisa que «no sabemos si serán necesarias dos o tres tandas recordatorio. Lo sabremos aplicando modelos matemáticos y observándolo en la muestra. Este proyecto busca, precisamente, identificar cuántas rondas son necesarias para alcanzar el objetivo de eliminación».
Oriol Mitjà recuerda que con una inversión de solo tres euros por persona se garantiza la desaparición de la enfermedad, tiene un mecanismo de acción similar a la sífilis -de ahí que se conozca como sífilis de los niños-, aunque no se contagía vía sexual sino por contacto con la piel. «Un euro y medio sería para las pastillas y el otro euro y medio para su distribución», aclara. El pian provoca 100.000 nuevos casos anuales y es una enfermedad endémica en 14 países. «Este proyecto refuerza una de las líneas prioritarias del plan estratégico de la Fundación: la investigación. En este caso, se centra en la contribución de científicos que, como Oriol Mitjà, dedican su vida a luchar contra las enfermedades infecciosas y preservar uno de los bienes más apreciados: la salud», indicó ayer el director corporativo de investigación y estrategia de la Fundación Bancaria La Caixa, Àngel Font. Por su parte, el director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Campistol, recordó que este proyecto reafirma el compromiso de la institución por la salud internacional, la investigación en enfermedades infecciosas y el impulso de proyectos de cooperación.
La nueva investigación liderada por Mitjà, que tendrá una duración de 24 meses, cuenta con el impulso de la Fundación Bancaria La Caixa, y la colaboración de Nautilus Minerals, Newcrest Mining, ISDIN, Kern Pharma, la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament (ACCD), la Fundació Barberà Solidària-Ajuntament Barberà del Vallés y el Hospital Clínic de Barcelona. También ha recibido aportaciones de Dauss Abogados, Club Rotary Mataró, Voluntaris per Arenys de Munt y muchos otros.
Este es el signo más temprano del Alzhéimer.
25.02.2017 - 09:03h
Un reciente estudio asegura haber dado con el que sería el signo más temprano del alzhéimer. Estaría relacionado con una disminución de los niveles de glucosa en el cerebro, que aparece en las primeras etapas del deterioro cognitivo leve, es decir, antes de que los síntomas de problemas de memoria empiecen a surgir. Una investigación en la Escuela Lewis Katz de Medicina en la Universidad de Temple, en Filadelfia (Estados Unidos), muestra ahora inequívocamente que la privación de glucosa en el cerebro desencadena la aparición de deterioro cognitivo.
"En los últimos años, los avances en las técnicas de imagen, especialmente la tomografía por emisión de positrones (PET), han permitido a los investigadores buscar cambios sutiles en los cerebros de pacientes con diferentes grados de deterioro cognitivo", explica Domenico Praticò, profesor en el Centro de Medicina Traslacional en la Escuela de Medicina. "Uno de los cambios de los que se ha informado consistentemente es una disminución en la disponibilidad de glucosa en el hipocampo", añade.
El hipocampo juega un papel clave en el procesamiento y el almacenamiento de recuerdos. Sin embargo, esta y otras regiones del cerebro dependen exclusivamente de la glucosa como combustible, de forma que, sin glucosa, las neuronas pasan hambre y finalmente, mueren. El nuevo estudio vincula directamente el deterioro de la memoria con la privación de glucosa en el cerebro específicamente a través de un mecanismo que implica la acumulación de una proteína conocida como tau fosforilada. "La tau fosforilada se precipita y se acumula en el cerebro, formando enredos e induciendo la muerte neuronal", detalla Praticò. En general, una mayor abundancia de ovillos neurofibrilares de tau se asocia con una demencia más grave.
Una proteína, clave en el proceso.
El estudio también identificó una proteína conocida como p38 como un potencial fármaco alternativo en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer. Las neuronas activan la proteína p38 en respuesta a la privación de glucosa, posiblemente como un mecanismo defensivo, pero, a largo plazo, su activación aumenta la fosforilación de tau, empeorando el problema.
Para investigar el impacto de la privación de glucosa en el cerebro, el equipo del doctor Praticò utilizó un modelo de ratón que recapitula los trastornos de la memoria y la patología tau en la enfermedad de alzhéimer. A los 4 o 5 meses de edad, algunos de los animales fueron tratados con 2-desoxiglucosa (DG), un compuesto que impide que la glucosa entre y sea utilizada por las células. Se administró el compuesto a los ratones de manera crónica durante un periodo de varios meses y, a continuación, se evaluó la función cognitiva de los animales. En una serie de pruebas de laberinto para evaluar la memoria de los roedores, los animales privados de glucosa se comportaron significativamente peor que sus homólogos no tratados.
Cuando se examinaron microscópicamente, las neuronas en los cerebros de los ratones tratados con DG exhibieron función sináptica anormal, lo que sugiere que las vías de comunicación neural se habían roto. Una consecuencia excepcional fue una reducción significativa en la potenciación a largo plazo, el mecanismo que refuerza las conexiones sinápticas para garantizar la formación y el almacenamiento de los recuerdos.
Tras un examen adicional, los científicos descubrieron altos niveles de tau fosforilada y cantidades dramáticamente elevadas de muerte celular en los cerebros de ratones privados de glucosa. Para descubrir porqué, el doctor Praticò se centró en p38, que en trabajos anteriores su equipo había identificado como un conductor de la fosforilación de tau. En el nuevo estudio, los investigadores encontraron que el deterioro de la memoria se asoció directamente con el aumento de la activación de p38. "Los resultados son muy emocionantes (subraya el doctor Praticò). Ahora hay muchas pruebas que sugieren que p38 está involucrada en el desarrollo de la enfermedad de alzhéimer".
Los hallazgos también apoyan la idea de que pequeños episodios crónicos de privación de glucosa son dañinos para el cerebro. "Hay una alta probabilidad de que estos tipos de episodios estén relacionados con la diabetes, que es una enfermedad en la cual la glucosa no puede entrar en la célula (explica). La resistencia a la insulina en la diabetes tipo 2 es un factor de riesgo conocido para la demencia". Según el doctor Praticò, el siguiente paso es inhibir p38 para ver si se pueden aliviar los deterioros de la memoria, a pesar de la privación de glucosa. "Es una excitante vía de investigación, un fármaco dirigido a esta proteína podría aportar grandes beneficios para los pacientes", augura.
Un reciente estudio asegura haber dado con el que sería el signo más temprano del alzhéimer. Estaría relacionado con una disminución de los niveles de glucosa en el cerebro, que aparece en las primeras etapas del deterioro cognitivo leve, es decir, antes de que los síntomas de problemas de memoria empiecen a surgir. Una investigación en la Escuela Lewis Katz de Medicina en la Universidad de Temple, en Filadelfia (Estados Unidos), muestra ahora inequívocamente que la privación de glucosa en el cerebro desencadena la aparición de deterioro cognitivo.
"En los últimos años, los avances en las técnicas de imagen, especialmente la tomografía por emisión de positrones (PET), han permitido a los investigadores buscar cambios sutiles en los cerebros de pacientes con diferentes grados de deterioro cognitivo", explica Domenico Praticò, profesor en el Centro de Medicina Traslacional en la Escuela de Medicina. "Uno de los cambios de los que se ha informado consistentemente es una disminución en la disponibilidad de glucosa en el hipocampo", añade.
El hipocampo juega un papel clave en el procesamiento y el almacenamiento de recuerdos. Sin embargo, esta y otras regiones del cerebro dependen exclusivamente de la glucosa como combustible, de forma que, sin glucosa, las neuronas pasan hambre y finalmente, mueren. El nuevo estudio vincula directamente el deterioro de la memoria con la privación de glucosa en el cerebro específicamente a través de un mecanismo que implica la acumulación de una proteína conocida como tau fosforilada. "La tau fosforilada se precipita y se acumula en el cerebro, formando enredos e induciendo la muerte neuronal", detalla Praticò. En general, una mayor abundancia de ovillos neurofibrilares de tau se asocia con una demencia más grave.
Una proteína, clave en el proceso.
El estudio también identificó una proteína conocida como p38 como un potencial fármaco alternativo en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer. Las neuronas activan la proteína p38 en respuesta a la privación de glucosa, posiblemente como un mecanismo defensivo, pero, a largo plazo, su activación aumenta la fosforilación de tau, empeorando el problema.
Para investigar el impacto de la privación de glucosa en el cerebro, el equipo del doctor Praticò utilizó un modelo de ratón que recapitula los trastornos de la memoria y la patología tau en la enfermedad de alzhéimer. A los 4 o 5 meses de edad, algunos de los animales fueron tratados con 2-desoxiglucosa (DG), un compuesto que impide que la glucosa entre y sea utilizada por las células. Se administró el compuesto a los ratones de manera crónica durante un periodo de varios meses y, a continuación, se evaluó la función cognitiva de los animales. En una serie de pruebas de laberinto para evaluar la memoria de los roedores, los animales privados de glucosa se comportaron significativamente peor que sus homólogos no tratados.
Cuando se examinaron microscópicamente, las neuronas en los cerebros de los ratones tratados con DG exhibieron función sináptica anormal, lo que sugiere que las vías de comunicación neural se habían roto. Una consecuencia excepcional fue una reducción significativa en la potenciación a largo plazo, el mecanismo que refuerza las conexiones sinápticas para garantizar la formación y el almacenamiento de los recuerdos.
Tras un examen adicional, los científicos descubrieron altos niveles de tau fosforilada y cantidades dramáticamente elevadas de muerte celular en los cerebros de ratones privados de glucosa. Para descubrir porqué, el doctor Praticò se centró en p38, que en trabajos anteriores su equipo había identificado como un conductor de la fosforilación de tau. En el nuevo estudio, los investigadores encontraron que el deterioro de la memoria se asoció directamente con el aumento de la activación de p38. "Los resultados son muy emocionantes (subraya el doctor Praticò). Ahora hay muchas pruebas que sugieren que p38 está involucrada en el desarrollo de la enfermedad de alzhéimer".
Los hallazgos también apoyan la idea de que pequeños episodios crónicos de privación de glucosa son dañinos para el cerebro. "Hay una alta probabilidad de que estos tipos de episodios estén relacionados con la diabetes, que es una enfermedad en la cual la glucosa no puede entrar en la célula (explica). La resistencia a la insulina en la diabetes tipo 2 es un factor de riesgo conocido para la demencia". Según el doctor Praticò, el siguiente paso es inhibir p38 para ver si se pueden aliviar los deterioros de la memoria, a pesar de la privación de glucosa. "Es una excitante vía de investigación, un fármaco dirigido a esta proteína podría aportar grandes beneficios para los pacientes", augura.
La marihuana y otras formas de aliviar las migrañas
Una mujer con dolor de cabeza. (MEJORCONSALUD.COM)
Marihuana
Según informa Medical Daily, hace aproximadamente un año, un estudio demostró que la marihuana medicinal ayuda a tratar las migrañas. Los investigadores usaron la marihuana con 121 participantes que sufrían esta enfermedad. Después de estudiar a los pacientes desde junio de 2010 a septiembre de 2014, el equipo descubrió que los dolores de cabeza se habían reducido de diez, a cinco por mes.
Bótox
Los científicos han demostrado que el bótox no solo es útil para las operaciones esteticas, también ayuda a tratar las migrañas. Fue aprobado por Food and Drug Administration en 2010, según Prevention, y ya ha sido utilizada clínicamente (y con éxito) para el tratamiento de los extremos dolores de cabeza.
Acupuntura
La acupuntura, medicina alternativa que consiste en insertar agujas finas en los puntos acupunturales, podría ayudar a prevenir migrañas agudas, según un análisis conocido como Revisión Cochrane.
Ketamina
Según afirma Medscape Medical News, un estudio presentado en septiembre de 2016, demostró que meterse 25 milígramos de ketamina vía spray nasal ayuda a reducir la migraña severa.
Yoga
Según afirmó Health, la mezcla de estiramiento, relajación y liberación de tu mente, ayuda a controlar y reducir los síntomas de las migrañas. Otro estudio publicado en Headache, afirmó que la práctica de yoga reducía notablemente los dolores de cabeza.
Meditación
A pesar de los escasos estudios que hay en este aspecto, se ha demostrado que la práctica de la meditación puede ayudar a reducir los dolores de cabeza y mejorar la tolerancia al dolor.
Aceite de menta
Medical Daily afirma que el aceite de menta ayuda a reducir el dolor de cabeza. Si lo aplicas en la frente, por ejemplo, podrás aliviar la zona de dolor donde estás siendo aplicado. Puedes adquirirlo fresco, como alimento, como un gel o como un aceite.
Una mujer con dolor de cabeza. (MEJORCONSALUD.COM)
- Un estudio científico demostró hace aproximadamente un año con 121 pacientes, que la marihuana reduce a la mitad los dolores de cabeza de las migrañas.
- Además, existen otras formas de aliviar los dolores de cabeza como el bótox, el aceite de menta o la ketamina.
Marihuana
Según informa Medical Daily, hace aproximadamente un año, un estudio demostró que la marihuana medicinal ayuda a tratar las migrañas. Los investigadores usaron la marihuana con 121 participantes que sufrían esta enfermedad. Después de estudiar a los pacientes desde junio de 2010 a septiembre de 2014, el equipo descubrió que los dolores de cabeza se habían reducido de diez, a cinco por mes.
Bótox
Los científicos han demostrado que el bótox no solo es útil para las operaciones esteticas, también ayuda a tratar las migrañas. Fue aprobado por Food and Drug Administration en 2010, según Prevention, y ya ha sido utilizada clínicamente (y con éxito) para el tratamiento de los extremos dolores de cabeza.
Acupuntura
La acupuntura, medicina alternativa que consiste en insertar agujas finas en los puntos acupunturales, podría ayudar a prevenir migrañas agudas, según un análisis conocido como Revisión Cochrane.
Ketamina
Según afirma Medscape Medical News, un estudio presentado en septiembre de 2016, demostró que meterse 25 milígramos de ketamina vía spray nasal ayuda a reducir la migraña severa.
Yoga
Según afirmó Health, la mezcla de estiramiento, relajación y liberación de tu mente, ayuda a controlar y reducir los síntomas de las migrañas. Otro estudio publicado en Headache, afirmó que la práctica de yoga reducía notablemente los dolores de cabeza.
Meditación
A pesar de los escasos estudios que hay en este aspecto, se ha demostrado que la práctica de la meditación puede ayudar a reducir los dolores de cabeza y mejorar la tolerancia al dolor.
Aceite de menta
Medical Daily afirma que el aceite de menta ayuda a reducir el dolor de cabeza. Si lo aplicas en la frente, por ejemplo, podrás aliviar la zona de dolor donde estás siendo aplicado. Puedes adquirirlo fresco, como alimento, como un gel o como un aceite.
3 lecciones de España, el país líder mundial en donación de órganos
RedacciónBBC Mundo. 16 enero 2017
Durante los últimos 25 años España se ha consolidado como el líder mundial de donantes de órganos, hasta el punto de que "el modelo español" se ha convertido en una referencia mundial.En el informe más reciente, con datos de 2015, los 40.2 donantes por millón de habitantes de España contrastan por ejemplo con los 10,9 de Alemania o los 15,3 de Dinamarca.Y según la Organización Nacional de Trasplantes de España (ONT), esa cifra siguió mejorando en 2016, cuando se alcanzaron los 43.4 donantes por millón.El éxito actual es fruto de décadas de desarrollo de un "sistema organizativo propio" que no es fácilmente extrapolable a otros países.Sin embargo, durante los últimos 10 años España ha implementado tres estrategias nuevas que son aplicables a otros países "con ciertas adaptaciones" y que podrían ayudar a resolver el problema global de la escasez de órganos.BBC Mundo conversó con el Dr. Rafael Matesanz, director de la ONT, sobre las "lecciones" del modelo español, que figuran en un artículo que acaba de ser publicado en la revista American Journal of Transplantation.
1. Aceptar donantes de mayor edad
El uso progresivo de donantes de edades avanzadas es una de las vías con las que España logró aumentar el número de donantes en años recientes. "En 2016 más de la mitad de los donantes tenía más de 60 años", dijo Matesanz. "Una tercera parte tenía más de 70 y hasta un 10% de los donantes tenía más de 80 años", añadió. Esta estrategia separa al modelo español y el de otros países europeos del modelo estadounidense, donde las donaciones de mayores de 65 años son aún escasas, apenas el 7% del total. El doctor asegura que han conseguido buenos resultados con las donaciones de pacientes mayores.
"Nuestra experiencia tanto en riñón, como en hígado, como en pulmón es francamente buena con donantes añosos, sobre todo si se trasplanta también a receptores de esta edad", comenta el doctor. En inglés esta política se conoce como "old for old", que se puede traducir libremente como lo viejo para el viejo. Según Matesanz, esta vía se está utilizando en mayor o menor grado en toda Europa occidental, y tanto España como Alemania e Italia han reportado buenos resultados con estos órganos de personas mayores. Claro que "es evidente que algunos órganos tiene mayor "calidad" o más probabilidades de supervivencia cuando más jóvenes sean", apunta. "El donante óptimo es aquel que está totalmente sano y que fallece como consecuencia de un traumatismo: es decir, el que era el donante típico de hace 30 años en España, el joven que fallece en un accidente de tráfico", explica el doctor.
2. Aceptar donaciones de muertes "a corazón parado"
Según el doctor Matesanz, el 25% de las donaciones en España son por parada cardíaca.
Los donantes a corazón parado o en "asistolia controlada" son pacientes a los que se les aplica la limitación del tratamiento de soporte vital, es decir, se les retira la ventilación, tras el acuerdo entre el equipo sanitario y éste con los familiares o representantes del paciente. Esta estrategia se implementa en España desde 2010, según explicó Matesanz. Otros países anglosajones como Reino Unido, Canadá, Australia o Estados Unidos han apostado también por esta vía, con la que, al igual que España, ha aumentado el número de donaciones.
Sin embargo, para algunos países esta estrategia presenta desafíos de tipo ético. En España hubo que hacer una pequeña modificación legal para permitir este tipo de donaciones. "Los donantes en asistolia son personas que están en una UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva), que están muy graves y por las que médicamente ya no se puede hacer nada por salvarles la vida", explica Matesanz. "Cuando ya no hay nada que hacer se consulta con la familia y se les retira la ventilación", añade el doctor. Y en ese momento es cuando pueden ser donantes de órganos, como el riñón, el hígado, etc. Ese retiro de lo que se conoce como limitación del tratamiento de soporte vital, "aunque sea algo que se hace a diario en las unidades de vigilancia intensiva de muchos países", apunta Matesanz, en algunos lugares, como Italia, no está permitido, porque se considera una suerte de "eutanasia".
3. Captar donantes fuera de las Unidades de Vigilancia Intensiva
Matesanz le explicó a BBC Mundo que desde hace aproximadamente una década empezaron a trabajar en esta línea tras observar que los hospitales con el mayor índice de donantes eran aquellos en los que había una mejor coordinación entre los servicios de vigilancia intensiva y los de urgencias.Según explicó el doctor, durante los últimos 10 años entrenaron a más de 7.000 médicos de urgencias en el país para identificar a pacientes que puedan eventualmente ser donantes.
Una vez identificados en urgencias "se le plantea la donación a la familia y si está de acuerdo se traslada al paciente a la unidad de vigilancia intensiva, donde se produce la donación".
"El 24% de los donantes que tuvimos en 2016 ya se detectaron por esta vía, por urgencias", detalló Matesanz.
RedacciónBBC Mundo. 16 enero 2017
Durante los últimos 25 años España se ha consolidado como el líder mundial de donantes de órganos, hasta el punto de que "el modelo español" se ha convertido en una referencia mundial.En el informe más reciente, con datos de 2015, los 40.2 donantes por millón de habitantes de España contrastan por ejemplo con los 10,9 de Alemania o los 15,3 de Dinamarca.Y según la Organización Nacional de Trasplantes de España (ONT), esa cifra siguió mejorando en 2016, cuando se alcanzaron los 43.4 donantes por millón.El éxito actual es fruto de décadas de desarrollo de un "sistema organizativo propio" que no es fácilmente extrapolable a otros países.Sin embargo, durante los últimos 10 años España ha implementado tres estrategias nuevas que son aplicables a otros países "con ciertas adaptaciones" y que podrían ayudar a resolver el problema global de la escasez de órganos.BBC Mundo conversó con el Dr. Rafael Matesanz, director de la ONT, sobre las "lecciones" del modelo español, que figuran en un artículo que acaba de ser publicado en la revista American Journal of Transplantation.
1. Aceptar donantes de mayor edad
El uso progresivo de donantes de edades avanzadas es una de las vías con las que España logró aumentar el número de donantes en años recientes. "En 2016 más de la mitad de los donantes tenía más de 60 años", dijo Matesanz. "Una tercera parte tenía más de 70 y hasta un 10% de los donantes tenía más de 80 años", añadió. Esta estrategia separa al modelo español y el de otros países europeos del modelo estadounidense, donde las donaciones de mayores de 65 años son aún escasas, apenas el 7% del total. El doctor asegura que han conseguido buenos resultados con las donaciones de pacientes mayores.
"Nuestra experiencia tanto en riñón, como en hígado, como en pulmón es francamente buena con donantes añosos, sobre todo si se trasplanta también a receptores de esta edad", comenta el doctor. En inglés esta política se conoce como "old for old", que se puede traducir libremente como lo viejo para el viejo. Según Matesanz, esta vía se está utilizando en mayor o menor grado en toda Europa occidental, y tanto España como Alemania e Italia han reportado buenos resultados con estos órganos de personas mayores. Claro que "es evidente que algunos órganos tiene mayor "calidad" o más probabilidades de supervivencia cuando más jóvenes sean", apunta. "El donante óptimo es aquel que está totalmente sano y que fallece como consecuencia de un traumatismo: es decir, el que era el donante típico de hace 30 años en España, el joven que fallece en un accidente de tráfico", explica el doctor.
2. Aceptar donaciones de muertes "a corazón parado"
Según el doctor Matesanz, el 25% de las donaciones en España son por parada cardíaca.
Los donantes a corazón parado o en "asistolia controlada" son pacientes a los que se les aplica la limitación del tratamiento de soporte vital, es decir, se les retira la ventilación, tras el acuerdo entre el equipo sanitario y éste con los familiares o representantes del paciente. Esta estrategia se implementa en España desde 2010, según explicó Matesanz. Otros países anglosajones como Reino Unido, Canadá, Australia o Estados Unidos han apostado también por esta vía, con la que, al igual que España, ha aumentado el número de donaciones.
Sin embargo, para algunos países esta estrategia presenta desafíos de tipo ético. En España hubo que hacer una pequeña modificación legal para permitir este tipo de donaciones. "Los donantes en asistolia son personas que están en una UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva), que están muy graves y por las que médicamente ya no se puede hacer nada por salvarles la vida", explica Matesanz. "Cuando ya no hay nada que hacer se consulta con la familia y se les retira la ventilación", añade el doctor. Y en ese momento es cuando pueden ser donantes de órganos, como el riñón, el hígado, etc. Ese retiro de lo que se conoce como limitación del tratamiento de soporte vital, "aunque sea algo que se hace a diario en las unidades de vigilancia intensiva de muchos países", apunta Matesanz, en algunos lugares, como Italia, no está permitido, porque se considera una suerte de "eutanasia".
3. Captar donantes fuera de las Unidades de Vigilancia Intensiva
Matesanz le explicó a BBC Mundo que desde hace aproximadamente una década empezaron a trabajar en esta línea tras observar que los hospitales con el mayor índice de donantes eran aquellos en los que había una mejor coordinación entre los servicios de vigilancia intensiva y los de urgencias.Según explicó el doctor, durante los últimos 10 años entrenaron a más de 7.000 médicos de urgencias en el país para identificar a pacientes que puedan eventualmente ser donantes.
Una vez identificados en urgencias "se le plantea la donación a la familia y si está de acuerdo se traslada al paciente a la unidad de vigilancia intensiva, donde se produce la donación".
"El 24% de los donantes que tuvimos en 2016 ya se detectaron por esta vía, por urgencias", detalló Matesanz.
170 años de la primera intervención quirúrgica con anestesia.
El 16 de octubre de 1846 un equipo médico del Hospital General de Massachusetts hizo la primera demostración pública de cirugía aplicada bajo los efectos de la anestesia general.
Hoy hace 170 años de aquel logro, calificado entonces como el final del dolor y considerado como uno de los momentos más importantes en la historia de la medicina, el cual se conmemora con el Día Mundial de la Anestesia, cada 16 de octubre.
Considerarlo el fin del dolor casi se queda corto. Antes de la anestesia las bebidas alcohólicas, drogas como la heroína o un palo —para golpear al paciente en la cabeza— eran los métodos normales para inducir la inconsciencia. Se calcula que más o menos la mitad de los pacientes morían no por la heridas ni por la enfermedad que los había llevado al hospital, sino que morían por el trauma de la intervención; la cual, a menudo, se llevaba a cabo con el paciente plenamente consciente.
Hoy en día la anestesia es mucho más sofisticada. Se recurre a una combinación de diferentes drogas —inhaladas o inyectadas o ambas cosas a la vez— para provocar la inconsciencia, paralizar el cuerpo e inducir la amnesia, de tal modo que el paciente no sienta nada durante el proceso ni recuerde después lo sucedido. Muy de vez en cuando, en uno o dos pacientes de cada mil anestesiados, se dan casos de despertar intraoperatorio — que es bastante chungo.
Pero curiosamente, aunque cada día en todo el mundo decenas de miles de pacientes se someten a la anestesia, todavía hoy, como en 1846, se sabe que la anestesia funciona, pero no se sabe exactamente y al detalle cómo funciona. La anestesia sigue siendo todavía un misterio.
Fecha: 16.10.2016
El 16 de octubre de 1846 un equipo médico del Hospital General de Massachusetts hizo la primera demostración pública de cirugía aplicada bajo los efectos de la anestesia general.
Hoy hace 170 años de aquel logro, calificado entonces como el final del dolor y considerado como uno de los momentos más importantes en la historia de la medicina, el cual se conmemora con el Día Mundial de la Anestesia, cada 16 de octubre.
Considerarlo el fin del dolor casi se queda corto. Antes de la anestesia las bebidas alcohólicas, drogas como la heroína o un palo —para golpear al paciente en la cabeza— eran los métodos normales para inducir la inconsciencia. Se calcula que más o menos la mitad de los pacientes morían no por la heridas ni por la enfermedad que los había llevado al hospital, sino que morían por el trauma de la intervención; la cual, a menudo, se llevaba a cabo con el paciente plenamente consciente.
Hoy en día la anestesia es mucho más sofisticada. Se recurre a una combinación de diferentes drogas —inhaladas o inyectadas o ambas cosas a la vez— para provocar la inconsciencia, paralizar el cuerpo e inducir la amnesia, de tal modo que el paciente no sienta nada durante el proceso ni recuerde después lo sucedido. Muy de vez en cuando, en uno o dos pacientes de cada mil anestesiados, se dan casos de despertar intraoperatorio — que es bastante chungo.
Pero curiosamente, aunque cada día en todo el mundo decenas de miles de pacientes se someten a la anestesia, todavía hoy, como en 1846, se sabe que la anestesia funciona, pero no se sabe exactamente y al detalle cómo funciona. La anestesia sigue siendo todavía un misterio.
Fecha: 16.10.2016